QUE PASA CON LA AUDICIÓN
El pabellón auricular, el canal auditivo y el oído medio recogen y amplifican las ondas sonoras que hacen oscilar al tímpano. El martillo y el yunque transmiten las oscilaciones mecánicas del tímpano al estribo, que se mueve hacia delante y detrás en la ventana oval. Este movimiento transmite las oscilaciones mecánicas al líquido del oído interno. En la cóclea se producen unas pequeñas ondulaciones que hacen que se muevan las células ciliadas del oído interno. De este modo se estimula a las células ciliadas para que, mediante el nervio auditivo, envíen impulsos a las partes del cerebro situadas en las zonas del hueso temporal. En el lenguaje general, esto se denomina el sentido de la audición. Lo que determina qué células ciliadas se activan es la frecuencia del sonido. De este modo, es posible distinguir unos sonidos de otros.
Cada estructura del oído juega un papel importante en la conducción del sonido que posteriormente sera interpretada en la corteza cerebral. Existen unidades de medida para los sonidos captados por el oido, los Hercios para indicar la frecuencia se utiliza una unidad denominada Hercio. Esta unidad indica el número de oscilaciones por segundo. 440 Hz (el diapasón normal) indica una frecuencia de 440 oscilaciones por segundo.
El oído humano puede percibir frecuencias situadas entre aprox. 20 y 20.000 Hz. (Es decir, de una sirena a un flautín). Cuanto más grave sea un tono, menor será su frecuencia. Cuanto más agudo sea, más alta será su frecuencia.
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